Sigo cosiendo en la fábrica

Instalación

sigo cosiendo en la fabrica

2012 

Video digital 

Voz: Tamara Cubas, sobre textos de cartas de Elsa Cubas 

Edición de textos: Sebastián Alonso 

Grabación de audio: Francisco Lapetina


“SIGO COSIENDO EN LA FÁBRICA” 

Sigo cosiendo en la fábrica 

8 horas por día 

cada día es más corto en esta época del año 

paso la semana entera sin ver el sol 

a la mañana cuando salgo es de noche, 

a mi regreso sobre las 4:30 de la tarde esta oscureciendo 

es un inmenso cuadrado de hormigón 

sin ventanas 

no nos llega la luz del día 

me siento completamente aplastada


Inicie hace unos días una especie de pesquisa 

epistolar escribí tres cartas a Montevideo y Buenos Aires a jorge, Luis y Gambon 

en estas cartas les pido noticias de ustedes 

estuve pensando que quizás estaban muertos


Espero que pases el invierno tranquila 

no te vallas a vender flores bajo agua 

en esas noches frías y húmedas de Buenos Aires 

hoy mi carta será corta no me encuentro con ánimo 

no se bien porque 

no me siento mal 

es que ahora siempre estoy trabajando y me encuentro siempre cansada, 

supongo que a ti te pasa lo mismo 

esto de pasarse la vida trabajando es de lo más fastidioso


Qué posibilidades existen cuando se llega de vuelta después de haber estado fuera 7 años


En cuanto a nuestro futuro juntos 

es difícil saber que va a pasar 

yo sueño con volver 

el sueña con volver


6 meses en cada sitio sería la solución


Dos posibles pequeños relatos 

historias de dos hermanitas que recorrieron distintos camino 

y se encontraron con un mismo destino y la angustia de dos mujeres separadas con dos hijos después de los 40 

hermana somos rama de un mismo tronco


Es cuestión de entrenamiento o de postura científica frente al hecho 

la angustia es una enfermedad 

a continuación de la angustia aparece la depresión 

su consecuencia natural 

los síntomas de estas son originados por determinadas causas cercanas 

para eliminarlas debería cometer un crimen o varios 

por tanto aprendo a vivir con angustia y depresiones 

entre un pozo y otro salís a flote 

te despejas haces un re-cuento de los hechos y deshechos 

te preparas para el próximo pozo con un poco más de experiencia 

filosofía de entrecasa  


Seremos una familia al fin 

ya verás 

mejor de lo que fuimos 

como tu siempre quisiste que fuéramos


Ésta es una edad difícil 

te tocó vivir en una familia difícil que estaba en una difícil etapa 

al fin de cuentas un montón de dificultades


Voy a iniciar una nueva etapa, 
voy con el ánimo bien dispuesto y decidida 


voy a hacer el esfuerzo necesario 
para adaptarme e integrarme a esa sociedad.


Las casas son cómodas y calentitas. 


La nuestra es toda alfombrada, un verdadero lujo. 

A pesar de todas estas comodidades, 
yo pienso volver a mi pequeño y entrañable Montevideo 
en cuanto sea posible. 


Aunque tenga que volver a seguir comiendo arroz 
y tomando mate amargo,


La vida es para compartirla con los seres humanos no con las cosas. 

Pienso que me ha tocado pasar amargas 
y que tengo que tratar de sacar el máximo de provecho de esta vida 
de la que estoy disfrutando. 


Al fin y al cabo no puedo hacer nada más, 
forzosamente tengo que estar aquí.


Ella, según me cuenta mamá lo ha tomado con serenidad y fortaleza. 

Parece que se ha recuperado y está con mejor ánimo. 

No escribo más; 
no se siquiera si mis cartas te llegan, 
si no contestan pensaré que se cambiaron de domicilio 
o que se fueron a otro país


Se nos ha dicho siempre: 
la construcción del socialismo es una tarea muy dura y sembrada de dificultades.

Estoy aquí, 
cómodamente instalada y disfrutando de las ventajas del capitalismo. 


No soy feliz, 
cambiaría mi suerte por la oportunidad de poder participar en la hermosa tarea de construcción de una vida nueva.


Lamentablemente sigo en lo mismo. 

El exilio me ha demostrado que puedo no servir para nada. 


En estos tiempos estoy viviendo una vida casi vegetativa. 
Lo único que me salva un poco es la lectura.


Necesito volver a sentir que sirvo para algo.


Desde hace dos años y medio no hablo con nadie.
Mi relación con el resto del género humano se reduce a mis conversaciones con Carolina!! 
Bueno tal vez esté exagerando un poco; pero no mucho. Tengo exactamente 4 amigos a los que veo de vez en cuando. 
Son gente con los que no tengo mucho en común. Y siempre que me reúno con ellos.
Entiendo que lo que me pasa a mi, le pasa a cientos de otros en diferentes partes del mundo.


Mirta estuvo cuatro meses metida en un calabozo incomunicada. 
Esta carta te llegará en dos meses, de manera que ya será noticia vieja.


Mamá no lo dice, 
pero yo creo que ella no escribe mas porque se siente muy mal, 
no quiere apenarnos mas a nosotros. Respeté tu silencio, 
y la mejor manera de hacerlo es callar a nuestra vez.


El verano pasado planté unos tomates en un jardincito que hay detrás de la casa.
Si tenes algún tiempo libre te aconsejo que lo pruebes. 
En vez de fregar pisos y renegar con los gurices, cultivá tu jardín.


Las observaciones que haces en tu carta hablando del exilio son un poco subjetivas. 
Es fácil mantener el espíritu revolucionario viviendo en un país socialista. 
Pero no ha todos les ha tocado esa suerte.


Yo no tengo contacto con uruguayos, más que por carta, 
en esta ciudad soy la única orientala. La gente se desgasta, se cansa, se vuelve vieja. Los plazos son largos, 
se pierde la perspectiva, 
la patria está lejos, 
el corazón se arruga!


Este año será distinto para todos nosotros, 
con la libertad de Mirta nos sentiremos más felices.


En cuando a mis amores; 
marchan bien, 
pero no se porque he perdido el entusiasmo que tenía en los primeros tiempos. 


Es todo como siempre, 
trabajo, 
milito, 
como y duermo, 
de vez en cuando hago el amor. 
Es invierno aquí, bien frío, 30 grados bajo 0!


Esto me parece tan disparatado que me ha quitado las ganas de volver. Esta año voy a cumplir 50, 
Me he vuelto más cautelosa.


Gregorio se volvió a Chile. 
No creo que nos volvamos a ver. 
Por lo tanto es importante que tengas su foto (mamá) o que sepas su apellido. 

Les diré que el sentimiento que prevalece en mi en estos momentos es de incertidumbre. 
No quiero quedarme aquí. 
Tengo miedo de la vuelta.


Cuando pueda volveré a Uruguay, mientras tanto aquí me quedo.


Tengo 51 años.


Es un día de otoño soleado y ventoso, 
con unas nubes deshilachadas, 
un cielo azul pálido. 
Los árboles han perdido casi todas sus ahojas,
el pasto se está poniendo de color amarillo sucio; unos días atrás los árboles tenían los hermosos colores del otoño pero el viento sur que ha estado soplando los ha dejado desnudos.
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