ACTO I propone a sus públicos relacionarse con la pieza desde una visión micro-política, permitiendo la construcción de una identidad colectiva en tensión con los acontecimientos sociales y políticos contemporáneos.
Permanecer convertidos en significantes que nos representa en el sostén de nuestros deseos e ideales y se enfrenta bajo la consigna de nuestra disidencia. Nos erguimos sobre un piso inestable que únicamente logra renovar nuestro espíritu vibrátil.
El espectador es invitado a convertirse en materia de una plataforma cubierta de cabrón y en constante movimiento. Se lo invita a permanecer de pie, durante un tiempo de exposición marcado por la llegada de un otro, el cual lo relevará con su estado de permanencia singular. No habrá pacto, ni acuerdo, habrá solo acontecimiento. La yuxtaposición de éstas singularidades harán a la identidad del colectivo, nunca igual a ningún otro.