Esta obra resulta de uno de los primeros ejercicios que Tamara le propone a algunas de sus tías y a su padre. La consigna fue que cada uno buscara una localidad de la ciudad de Montevideo que tuviese una significancia particular en la historia de cada uno, y que la fotografiara. Los textos debajo de cada imagen son versiones editadas de Tamara Cubas de las anécdotas contadas por cada participante en base a las fotografías tomadas.
Las letras que componen cada palabra provienen de fotografías digitales de periódicos de 1973 hechas por la artista en la Biblioteca Nacional. Su propia consigna: la anécdota contada por sus familiares debe ser transcripta a partir de palabras encontradas en periódicos originales de la época. Por esa razón se confunden algunas grafías y tiempos verbales.
Tamara Cubas exhibe una propuesta que en todas sus fases se desarrolla en relaciones directas con los otros, que siempre está en proceso o en permanente estado de proyecto. Ni siquiera termina en la sala, porque ni allí es la misma para todos los que se disponen a interactuar con ella. Las fotografías las hicieron familiares de la artista escogiendo los lugares de Montevideo que les resultaban más significativos; los textos los elaboró ella misma editando las anécdotas que contaron estas personas para argumentar su escogencia, mientras que las grabaciones, distintas en cada auricular disponible, son el medio de una comunicación de Cubas con el espectador que es, a la vez, íntima, reflexiva y solicitante.
La instalación incluye un registro sonoro que fusiona fragmentos documentales, elaboraciones ficcionales y reflexiones que interpelan nuestra relación con el contexto.
Cartografía 2011-2013 Inkjet print, collage sobre passepartout, audio
8 piezas de 46 x 33 cm c/u, vinculadas a 8 auriculares sujetos a la pared y 8 dispositivos de audio
Textos de audios: Tamara Cubas con la colaboración de Gabriel Calderón